lunes, septiembre 07, 2009

La Primera Guerra Mundial. Causas y Consecuencias

Materia: Historia
Integrantes del grupo: Escalante Julián; Geist Emiliano
Tema: La Primera Guerra Mundial
Curso: 9ª
Profesor: Ramón Cieri

Índice.

1. Introducción.
2. Motivos que llevan a denominar al conflicto militar que comienza como primera guerra mundial.
3. Bloques que se enfrentan. Imperios que lo lideraban.
4. Impacto tecnológico que produjo la guerra en la utilización de armas y transporte.
5. Rol o postura de la Argentina.
6. Conclusión.
7. bibliografía.


1. Introducción.

Conflicto militar que tuvo su comienzo un 28 de julio de 1914 como un enfrentamiento en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia; transformándose en un enfrentamiento armado y que finalmente pasó a ser una guerra mundial, en la que participaron 32 naciones, Veintiocho de ellas, denominadas ‘aliadas’ o ‘potencias asociadas’ y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio otomano y Bulgaria; tuvo su fin en el año 1918.
La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el fue fundado y emergió como gran potencia el II Imperio Alemán.
La primera guerra mundial tuvo su fin en el año 1918.

2. Motivos que llevan a denominar al conflicto militar que comienza como primera guerra mundial.

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado a escala mundial desarrollado entre 1914 y 1918. Originado en Europa, por la rivalidad entre las potencias imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su momento el conflicto más sangriento de la historia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras.
A finales del siglo XIX, Inglaterra dominaba el mundo tecnológica, financiera, económica y sobre todo políticamente. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo la repartición de África (a excepción de Liberia y Etiopía) y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China, Estado en franca decadencia.
Estados Unidos y, en menor medida, el Imperio Ruso controlaban eficientemente sus vastos territorios, unidos por largas líneas férreas (ferrocarril Atlántico-Pacífico y Transiberiano, respectivamente). Inglaterra y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del Imperio alemán hizo que los dos países se unieran a través de la Entente cordiale. Alemania, que solamente poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del Pacífico (Islas Salomón) y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871. Una desacertada diplomacia fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la alianza incondicional de Austria-Hungría.
Francia deseaba la revancha de la derrota sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871. Mientras París estaba asediada, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio (el llamado Segundo Reich) en el Palacio de Versalles, lo que significó una ofensa para los franceses. La III República perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a ser parte del nuevo Reich germánico. Las generaciones francesas de finales del siglo XIX, sobre todo el Ejército, crecieron con la idea de vengar la afrenta recuperando esos territorios. En 1914 sólo hubo un 1% de desertores en el ejército francés, en comparación con el 30% de 1870.
Mientras tanto, los países de los Balcanes liberados del Imperio Otomano (el «enfermo de Europa») fueron objeto de rivalidad entre las grandes potencias. Turquía, que se hundía lentamente, no poseía en Europa —hacia 1914— más que Estambul, la antigua Constantinopla. Todos los jóvenes países nacidos de su descomposición (Grecia, Bulgaria, Rumania, Serbia, Montenegro y Albania), buscaron expandirse a costa de sus vecinos, lo que llevó a dos conflictos entre 1910 y 1913, conocidos como Guerras Balcánicas.
Impulsados por esta situación, los dos enemigos seculares del Imperio Otomano continuaron su política tradicional de avanzar hacia Estambul y los Estrechos. El Imperio Austrohúngaro deseaba proseguir su expansión en el valle del Danubio hasta el mar Negro, sometiendo a los pueblos eslavos. El Imperio Ruso, que estaba ligado histórica y culturalmente a los eslavos de los Balcanes, de confesión ortodoxa —ya les había brindado su apoyo en el pasado— contaba con ellos como aliados naturales en su política de acceder a «puertos de aguas calientes». Evidentemente, estas políticas opuestas entre una potencia católica y otra ortodoxa provocaron enfrentamientos.
Como resultado de estas tensiones, se crearon vastos sistemas de alianzas a partir de 1882:
de una parte, Francia, el Imperio Británico y el Imperio ruso (Triple Entente) y
el Imperio alemán, el Imperio Austrohúngaro e Italia (Triple Alianza).
A este período se le conoce como Paz armada, ya que Europa estaba destinando cuantiosas cantidades de capital al armamento y, sin embargo, no había guerra, aunque se sabía que ésta era inminente.
La guerra comenzó como un enfrentamiento entre Austria-Hungría y Serbia, pero Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, los Imperios Británico y Ruso, Canadá, Estados Unidos (desde 1917), Portugal, Japón, así como Italia que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los Imperios Austrohúngaro, Alemán y Turco, acompañados por Bulgaria

El evento detonante fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip.
El Imperio Austro-húngaro exigió, con el apoyo del Imperio alemán, investigar en territorio serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista Mano Negra tenía conexión con los servicios secretos de ese país. El Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum el 28 de julio a Serbia, que no aceptó todas las condiciones impuestas. El ataque austrohúngaro activó las disposiciones previstas por el sistema de alianzas.
También los historiadores insisten en que hubo otras causas como las alianzas entre países (Triple Entente y Triple Alianza), que un conflicto local podía tomar dimensiones internacionales. Además entre 1890 y 1914 los países incrementaron el presupuesto militar en la carrera armamentística conocida como Paz Armada.[
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El punto 3 tiene un análisis que no se relaciona con el tema designado, por eso coloreo en rojo…
3. Bloques que se enfrentan. Imperios que lo lideraban.

El período que se abre después de la guerra es una época de continuos conflictos locales entre ambos bloques, sin que estos se enfrenten definitivamente. Será la política de bloques en la que se enfrenten el bloque capitalista contra el bloque comunista.
En el marco de la Guerra Fría el bloque capitalista es el que agrupa a los países con regímenes próximos a Estados Unidos. Contrariamente al bloque comunista, el capitalista es muy heterogéneo, debido a las diferencias económicas entre países y a los nacionalismos arraigados. Las disidencias son muy importantes y no hay manera de «castigarlas». La descolonización crea el Tercer Mundo, con países capitalistas que se declaran mayoritariamente no alineados, e intentarán ser neutrales. Estos países, en sus relaciones internacionales, tienen una política semejante frente a los países ricos. Algunos de ellos se hacen comunistas, como Angola, Somalia o Etiopía, pero en general son neutrales. A este bloque hay que sumarle todo América Latina. Son países donde una guerra abierta entre los dos bloques, probablemente, desencadenaría una guerra civil entre comunistas y capitalistas. Japón se convierte en una gran potencia, que hace la competencia a EE UU y Europa, y tiende a defender sus intereses.
El mundo árabe se unifica bajo el signo de su religión, en la Liga árabe, y también será un motivo de disensión dentro del bloque. Además, tiende al integrismo y lucha abiertamente contra Israel, que esta siendo sostenido por Estados Unidos. En 1960 se funda la OPEP, que controlará los precios del petróleo, la fuente de energía principal en todo el mundo. Pero su control tiene mayor importancia para el bloque capitalista puesto que el comunista tiene sus propias fuentes de abastecimiento. En 1973 la subida del precio del petróleo desencadena una crisis económica que afecta a todo el mundo capitalista, hasta 1986 en que vuelven a caer los precios del petróleo.
En este bloque se han dado, también, tendencias totalitarias como en los países de América Latina o en Grecia, Portugal y España, además de en muchos de los países descolonizados.
En el bloque capitalista las relaciones internacionales también han sido dominadas por organismos económicos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el GATT.
En el marco de la Guerra Fría el bloque comunista es el que agrupa a los países con regímenes próximos a la Unión Soviética. El bloque comunista es bastante homogéneo, puesto que está dominado por la URSS, que ejerce la dirección ideológica y política, pero tiene algunas diferencias internas. Se caracteriza por una importante unidad ideológica, ya que todos ellos son marxistas-leninistas y tiene un proyecto de futuro que incluye la expansión fuera del bloque. En 1945, la Unión Soviética es la guía indiscutible del bloque. Pero a partir del XX congreso del PCUS, donde Jruschev condena el estalinismo, se empiezan a demostrar las disensiones.
El núcleo original del bloque es Rusia, a la que se suman, tras 1945, las democracias populares que se van instaurando en su área de influencia. En 1948 la Yugoslavia de Tito, que había hecho su propia revolución, demuestra sus disidencias. La URSS impide la construcción de una gran república balcánica y el desarrollo de una federación en la zona. El comunismo que se practica en Yugoslavia es más pragmático y democrático, se ejerce la autogestión obrera, y hay una importante descentralización administrativa. En Yugoslavia no hay una burocracia tan desarrollada como en el resto de los países. Como consecuencia de esta disensión, Yugoslavia queda aislada dentro del bloque comunista.


4. Impacto tecnológico que produjo la guerra en la utilización de armas y transporte.


La contienda generó un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: fusiles de repetición, ametralladoras, gases venenosos dando origen a la guerra biológica y química, hubo tanques, dirigibles y aviones, también se practicaron los bombardeos a las ciudades. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó.
El uso de gas venenoso en la Primera Guerra Mundial fue una importante innovación militar. Los gases utilizados iban desde el gas lacrimógeno a agentes incapacitantes como el gas mostaza y agentes letales como el fosgeno. Esta guerra química fue uno de los principales elementos de la primera guerra global y también de la primera guerra total del siglo XX. La capacidad letal del gas era limitada —solo el 3% de las muertes en combate fueron debidas al gas—, pero la proporción de bajas no letales fue alta, llegando el gas a ser uno de los factores más temidos entre los soldados. Al contrario que la mayoría de las armas de la época, fue posible desarrollar contramedidas efectivas para el gas. De ahí que en las fases finales de la guerra, aunque el uso del gas aumentó, en muchos casos su efectividad disminuyó. Debido al uso generalizado de la guerra química, además de los importantes avances en la fabricación de explosivos de alto orden, a veces se ha calificado a la Primera Guerra Mundial como "la guerra de los químicos".



5. Rol o postura de la Argentina

La "neutralidad benévola" del gobierno argentino
Una de las principales consecuencias de la Primera Guerra para la Argentina fue el estrechamiento de sus relaciones políticas y económicas con Estados Unidos, no obstante la postura neutral adoptada por los gobiernos de Victorino de la Plaza e Hipólito Yrigoyen. El acercamiento argentino a la órbita aliada, bajo la forma que autores como Ricardo Weinmann y Harold Peterson llaman "neutralidad benévola", fue producto de una serie de factores de naturaleza político-estratégica y económica, cuya interacción demostró la vulnerabilidad externa argentina y la creciente influencia norteamericana a nivel regional y mundial. Entre estos factores podemos mencionar los siguientes: a) el crecimiento de los vínculos comerciales bilaterales y el de las inversiones norteamericanas en la Argentina, cuya contracara fue la creciente incapacidad británica para abastecer las necesidades de productos importados por parte de la economía argentina; b) la imposibilidad por parte de las autoridades argentinas de recurrir al crédito europeo -paralizado por la crisis de 1913 y la guerra misma- y la necesidad de reemplazarlo por el empréstito de origen estadounidense; y c) la desarticulación del comercio argentino-alemán durante la guerra a través de los embargos y listas negras implementadas por los países aliados. Como consecuencia de la sumatoria de estos factores, a partir de la guerra Estados Unidos fue el proveedor casi exclusivo de productos manufacturados y créditos para el mercado argentino. Como sostiene Sheinin, como resultado de la Primera Guerra, Estados Unidos ganó una ventajosa presencia comercial en la Argentina. Hacia 1919, los hombres de gobierno argentinos no habían logrado transformar a su país ni en un socio diplomático de Estados Unidos ni en un rival económico de esta nación en el Caribe. Más bien, la Argentina se había convertido en uno de los mercados objeto de disputa entre los intereses comerciales norteamericanos y europeos. La vulnerabilidad económica externa argentina se hizo evidente durante la guerra. Las circunstancias bélicas debilitaron los lazos con Europa, principal sostén de los intentos del gobierno argentino por modelar las relaciones argentino-norteamericanas sobre un plano de igualdad. Sumado a ello, el fracaso de la Argentina en acceder al rol de mediador en las negociaciones del canal de Panamá, las limitaciones que el gobierno norteamericano impuso a la mediación del ABC en la crisis política mexicana, y las presiones a las que se vio sometida la neutralidad fueron el reflejo inexorable del crecimiento de la influencia política y económica norteamericana. Como consecuencia, el ejercicio de la "diplomacia de control" por parte de Estados Unidos colocó a la Argentina no en el rol deseado por los argentinos de partner o socio, sino de subordinado a la potencia hemisférica. Así, la escasa efectividad de la diplomacia argentina, más la dependencia argentina del mercado norteamericano como fuente de créditos y bienes manufacturados, permitieron a Estados Unidos y a los países aliados poner exitosamente a prueba la neutralidad argentina y transformarla en una "neutralidad benévola" o funcional a la causa aliada. En el transcurso de la guerra, las medidas de bloqueo decretadas por Estados Unidos y las naciones aliadas desarticularon el comercio argentino-alemán y, particularmente, volvieron a la vulnerable economía argentina crecientemente dependiente de los productos manufacturados norteamericanos. A través de la Junta de Comercio de Guerra (War Trade Board's Bureau of Exports), las autoridades de Washington demostraron su capacidad de manipulación, pues esta agencia fue la encargada de otorgar o denegar los permisos de exportación de bienes manufacturados al mercado argentino. El criterio de la Junta para conceder o no licencias de exportación de bienes estuvo vinculado con las necesidades de la guerra para Estados Unidos y los países aliados. Así, la exportación de productos norteamericanos como amoníaco, materiales para ferrocarril, láminas de estaño para los frigoríficos argentinos y papel para impresión fue limitada por la Junta de Comercio de Guerra bajo el criterio de que estos bienes eran "necesarios para la prosecución de la guerra por parte de Estados Unidos y los aliados". Una segunda categoría de bienes norteamericanos, la de "mercaderías consideradas como esenciales para la vida comercial argentina", incluyó envíos de implementos agrícolas, explosivos, medicinas y automóviles. La tercera categoría de artículos norteamericanos enviados a la Argentina fue la de aquellos rubros exportados "con el propósito de influenciar el intercambio comercial", e incluyó aparatos eléctricos, instrumental científico y tinturas químicas. Una última categoría estuvo relacionada "con las exportaciones ordinarias o habituales de Estados Unidos a Argentina", e incluyó una variedad de químicos industriales, motores de gasoil y caucho. La ascendente influencia norteamericana sobre la economía argentina implicó entre otras una importante transformación del sector eléctrico local. Dominado en los años anteriores a la Primera Guerra por tres firmas alemanas: Allgemeine Elektricitats Gesellschaft, Siemens-Schuckert, y H. Fuhrman & Company, la industria eléctrica experimentó el impacto negativo de la guerra en el intercambio comercial. Las importaciones de equipos eléctricos declinaron desde un valor de 9.756.234 en 1913 a uno de 2.732.840 en 1917. Pero las importaciones provenientes de Estados Unidos ascendieron un 138%, desde un valor de 577.126 dólares a uno de 1.375.500 dólares. Las firmas alemanas radicadas en la Argentina siguieron importando equipos eléctricos desde el mercado norteamericano hasta mediados de 1918, cuando la Junta de Comercio de Guerra inició la persecución de una lista de enemigos comerciales, con la colaboración de las Cámaras de Comercio de los países aliados radicadas en Buenos Aires. Obviamente, el explícito fin era eliminar la presencia comercial alemana en el mercado argentino. La presión gubernamental norteamericana generó además una declinación en las actividades de los bancos alemanes en Buenos Aires. Entre los cinco bancos extranjeros más importantes que contaron con sucursales en la Argentina durante los años de la Primera Guerra, los bancos norteamericanos The National City Bank y The Bank of Boston rápidamente desafiaron a sus competidores alemanes. Hacia mediados de 1918, los depósitos combinados de estos dos bancos norteamericanos (30.862.000 dólares) superaron en monto a los de los dos bancos alemanes más prominentes, el Banco Alemán Transatlántico y el Banco Germánico -29.926.000 dólares.


6. Conclusión

La Primera Guerra Mundial sacudió los supuestos liberales y racionales de fines de siglo XIX y principios del XX de la sociedad europea.
Fue una guerra total y supuso una movilización de recursos y de pueblos, así como una creciente centralización gubernamental del poder en cuanto a las vidas de sus ciudadanos.

7. bibliografía.

http://www.monografia.com/
http://www.wikipedia.org/
Historia del siglo XX (edición especial para La Nación)
Anexos